“Sintonícese” con los hijos
“Sintonizar” con los hijos es la manera en que los padres podrán conocer cómo sienten y piensan los hijos y qué es lo que necesitan. “Sintonizar” es la base de unas relaciones positivas y de apoyo entre usted y sus hijos.
Los padres que están “sintonizados” hacen saber a sus hijos que sus experiencias y sentimientos serán reconocidos, comprendidos y correspondidos.
Los niños saben si sus padres están “sintonizados”. Esta es la forma en que los niños intuyen que usted se interesa por ellos y está de acuerdo con ellos. La “sintonización” es la base para un nivel más profundo de conexión con sus hijos y constituye la plataforma para mantener relaciones positivas a medida que los niños van creciendo.
Cuando usted está “sintonizado”, podrá leer las indicaciones emocionales y de comportamiento de sus hijos y reaccionar adecuadamente. Cuando los niños se sienten correspondidos y comprendidos desarrollan la confianza en sí mismos y la autoestima positiva.
Los bebés empiezan a comunicar desde que nacen por medio de sonidos (lloros, arrullos, chillidos), expresiones faciales (contacto ocular, sonrisas, muecas) y con gestos (pataleos cuando están o agobiados y señalando). Estar “sintonizado” con su bebé comienza con la comunicación sin palabras: el contacto ocular, las expresiones faciales, el tono de la voz, los gestos y la intensidad de su reacción al momento oportuno.
A medida que los niños van creciendo, estar “sintonizado” requiere la comunicación verbal y la no verbal.
Conozca a sus hijos
Estar “sintonizado” con el bebé recién nacido es muy importante para que se sienta libre de peligro, seguro y amado. Estar “sintonizado” con el bebé cuando llora le ayudará a usted saber si tiene hambre, está cansado, necesita cambio de pañales o quiere que le mimen.
Estar “sintonizado” con sus hijos pequeños incluye saber cuándo necesitan tiempo de calma, algo para comer o cambio de actividad. Estar “sintonizado” con los niños de dos años cuando está dando un berrinche incluirá reaccionar con límites adecuados y a la vez comprender cuál puede ser el mensaje emocional del berrinche. ¿Tienen hambre, sienten enojo o les duele algo?
Estar “sintonizado” es el resultado de tener paciencia, practicar y trabajar para conocer a su hijo o hija.
Estar “sintonizado”
Recuerde, todos los niños son diferentes, cada uno tiene su propio estilo para comunicar sus sentimientos y sus formas de actuar.
Observe a sus hijos. Aprenda a entender que es lo que los motiva.
Comprenda y adáptese a los ritmos fisiológicos, temperamentales y de personalidad de sus hijos. ¿Cómo sabe usted si tienen hambre? ¿Si sienten cansancio? ¿Si necesitan atención? ¿Si necesitan seguridad y mimos?
Sea sensible a los cambios de ritmo y a los movimientos de sus hijos, a los cambios de tono de voz y a la intensidad de sus actividades.
Aprenda a reconocer los puntos positivos y los vulnerables de su hijos. ¿Cómo le indican a usted que están contentos? ¿Se abruman con facilidad? ¿Se quedan inactivos cuando están disgustados?
Reaccione a las gesticulaciones, miradas y sonidos de sus hijos. Cuando su hijo levanta los brazos hacia usted, álcelo, déle un beso y use palabras simples, “¡upa!”
Háblele a su hijo y escúchelo.
Respete y reconozca los sentimientos de sus hijos.
Esté consciente de su lenguaje no verbal. ¿Le están diciendo lo mismo su comunicación verbal y la no verbal a su hijo?