Los primeros años
¿Por qué son tan importantes los primeros años de la vida del niño?
Durante el período de tiempo comprendido entre el nacimiento y la edad de tres años, el niño crece y se desarrolla más rápidamente que en cualquier otro período de su vida.
El crecimiento del cerebro del niño es muy importante durante los primeros años. El crecimiento del cerebro ocurre en su mayor parte durante los primeros tres año y establece vías importantes para el crecimiento y desarrollo futuros.
Todo lo que hacemos, decimos y sentimos está controlado por el cerebro. El cerebro nos permite tanto amar como reír.
El cerebro en desarrollo
Al nacer, el niño tiene unos cien mil millones de células nerviosas, sin embargo, el cerebro no está completamente desarrollado. Durante los primeros años de la vida, estas células desarrollan conexiones y vías vitales en el cerebro que influencian la composición emocional, social e intelectual del niño.
Durante estos primeros años, el cerebro se ve afectado por las influencias del entorno del niño.
El cerebro usa los órganos de los sentidos (ojos, orejas, nariz, lengua y piel) para decirnos lo que pasa en el mundo. Todo lo que sentimos se filtra a través de nuestros sentidos. Los sentidos mandan señales al cerebro que pueden alterar la manera en que éste procesa las experiencias e información.
El importante papel de los padres en los primeros años de vida
Los investigadores han encontrado que las relaciones entre padres e hijos durante los primeros años afecta al cerebro del niño de muchas maneras.
Puede que las nuevas conexiones desarrolladas en el cerebro aún sean débiles, o que éstas no se usen y algunas sean descartadas. Cuando se ofrece amor y atención durante los primeros años, se refuerzan las conexiones del cerebro que nos hacen sentir y aprender.
Los bebés y los niños pequeños necesitan que se les toque y estimule mucho para que puedan aprender y desarrollarse de la mejor manera posible.
Las relaciones positivas tempranas con los padres desarrollan la curiosidad, la autoestima, la resistencia y confianza en el niño en desarrollo.
Estas relaciones ayudarán al niño a poder enfrentar mejor los desafíos de la vida.
Durante los primeros años dedíquele tiempo a:
- Tocar y abrazar al niño
- Hablar y estimular al niño
- Reconocer y reaccionar a las indicaciones del niño
- Ofrecer al niño nuevas experiencias y oportunidades